miércoles, 2 de julio de 2008

Ron Ely, Tarzán catódico

Mi primer mito erótico -descubierto a una edad tan tierna que evitaré revelarla- fue Tarzán de los Monos. Y "mi" primer Tarzán, aunque podría pensarse que fue el más clásico de todos ellos, Johnny Weissmuller (el atleta austríaco reconvertido en estrella de Hollywood), fue, en realidad, el televisivo actor texano Ron Ely. Recuerdo muy vivamente el azul -azulísimo- de aquellos ojos emmarcados por una piel intensamente bronceada y aquel rubio -muy poco selvático, todo hay que decirlo- de su cabello semiondulado. Ron Ely protagonizó una serie de televisión encarnando al héroe de Edgar Rice Burroughs que se prolongó durante dos temporadas (1966-1968), siendo emitida por la NBC con un total de 57 episodios.
En el Tarzán de Ron Ely se apreciaban rasgos que lo diferenciaban de sus antecedentes, comenzando por el hecho de que hablaba un correctísimo inglés, a años luz de la mezcla de swahili y apache que farfullaban sus predecesores en el personaje, sobre todo en las primeras etapas con Larry Buster Crabbe, Herman Brix y el propio Weissmuller (Gordon Scott y Lex Barker, otros dos notables tarzanes, ya habían hecho su curso Home English por correspondencia). Además, demostraba una inteligencia muy superior a la esperada en un caballero criado en la jungla africana por una familia de gorilas, dado que -saltándose a la torera toda la esencia natural del hombre-mono- el Tarzán de Ely había vuelto a la selva después de renegar de la civilización, cansado y desengañado de la vida moderna.
Como se hizo Ron Ely con el papel fue, en gran parte, fruto del azar. En un primer momento, el atlético actor y ex-jugador de fútbol americano Mike Henry, que acababa de recrear el personaje de Tarzán en "Tarzan and the Valley of Gold" para la gran pantalla, firmó contrato con el productor de la serie, Sy Weintraub, para retomar el papel en la televisión, pero diferencias entre actor y productor obligaron a este último a rescindir el contrato y buscar a otro protagonista. Ron Ely, que había sido incluído en uno de los episodios de la serie a partir del casting realizado para actores de reparto, tuvo la suerte de estar a la vista el día que Weintraub andaba a la búsqueda y captura de su nueva estrella. Ely resultó, así, un muy convincente Tarzán, guapo y viril, cuyos atributos físicos fueron puestos en valor por el diseño de producción de la serie, comenzando por un corto y muy bien ventilado taparrabos, sensiblemente más erótico que los que el público estaba acostumbrado a ver. Por su parte, Mike Henry rodó dos películas más como el hombre-mono, "Tarzan and the Great River" y "Tarzan and the Jungle Boy", durante los años 1966 a 1968, casualmente el mismo período en que fue producida la adaptación para la pequeña pantalla.
La serie había comenzado a rodarse en Brasil, pero los retrasos ocasionados por la excesiva distancia con los estudios de Hollywood y la prolongada temporada pluvial obligaron al productor a trasladar la toma de exteriores a los estudios Churubusco, en Méjico. Para desespero de Weintraub, Ron Ely insistió en no ser doblado en las escenas de acción, lo que le ocasionó diversos percances, desde el mordisco de un león, pasando por quemaduras varias, hasta la rotura de costillas y varios huesos de las extremidades al caerse de árboles y rodar montañas abajo.
Si bien se respetó el personaje de Cheetah, el chimpancé mascota de Tarzán, el de Jane, su clásica esposa-amante, fue defenestrado sin compasión en un intento de aligerar de responsabilidades al selvático protagonista, permitiéndole immiscuirse en aventuras de todo tipo sin que nadie tuviera que estar esperándole en casa. Todo ello formaba parte del plan de Sy Weintraub de modernizar el personaje, el cual pasó a tener como sidekick al actor infantil Manuel Padilla Jr., en el papel de Jai, su compañero inseparable de aventuras y correrías. En el apartado de los artistas invitados, la serie contó con presencias ciertamente lujosas: Maurice Evans, James Earl Jones, George Kennedy, Jack Elam, Helen Hayes, James MacArthur, Ethel Merman, Sam Jaffe, Fernando Lamas, y hasta las mismísimas "The Supremes", con Diana Ross al frente, interpretando a tres monjas misioneras. Alucinante.
Teniendo ya rodados once episodios, la NBC apremió a Weintraub para estrenar sin dilación, dado que la ABC, su competencia feroz, había anunciado el adelanto del estreno de sus series para la temporada 1966-1967. La serie contó con un explosivo gancho publicitario para su estreno, con la presencia de tres antiguos tarzanes -Johnny Weissmuller, James H. Pierce y Jock Mahoney- que se fotografiaron enfundados en el clásico taparrabos junto a Ron Ely en una imagen que se publicó por todo el mundo. A pesar de ello, los primeros ratings de audiencia fueron pésimos, coincidiendo con la emisión de los episodios rodados en Brasil, pero, poco a poco, y con la difusión de los episodios rodados en Méjico, la serie ascendió en el ranking situándose, en diciembre de 1966, en el muy honroso puesto número veinte entre las series más vistas.
El estreno de la segunda temporada aumentó todavía más la popularidad de "Tarzán", aunque Sy Weintraub ya no podría disfrutar de los excelentes beneficios que esta devengaba, ya que había vendido Banner Productions, productora de la serie, a la National Corporation, compañía que le mantuvo como vice-presidente. Finalmente, en febrero de 1968, la NBC anunció la cancelación de la serie, argumentando que no se ajustaba a la línea de la cadena para la nueva temporada de 1968-1969.

Thelma Ritter, la asistenta perfecta

Dos papeles brillan, refulgentes, en la carrera de Thelma Ritter. El primero de ellos, Miss Stella, enfermera a tiempo parcial contratada por una compañía de seguros para cuidar del fotógrafo transitoriamente inmovilizado de "Rear Window" ("La ventana indiscreta", 1954), y en donde Alfred Hitchcock le consintió merendarse, tranquilamente, al resto del reparto, incluyendo a James Stewart, Grace Kelly, y a unos estupendos Wendell Corey y Raymond Burr.
El segundo, Miss Birdie Coonan, posiblemente el rol por el que se la recordará eternamente, en la obra maestra de Joseph Leo Mankiewicz "All about Eve" ("Eva al desnudo", 1950), junto a una Bette Davis en el mejor momento de su madurez interpretativa y en pleno duelo magistral con esta, Anne Baxter y Celeste Holm. Se dice pronto.
No fue ni la suerte ni la casualidad que Thelma Ritter llegara a interpretar tan gloriosamente estos dos personajes, ni tampoco fue el resultado de exhaustivos y agotadores ensayos. Ritter no necesitó nada de todo esto para expresar su talento, del mismo modo en que lo hizo en todas y cada una de sus apariciones en la gran pantalla. Su capacidad para transmitir emociones al público le permitió desarrollar un personaje extrovertido, pero cargado de pesimismo, desengaño vital y un cierto hastío, características que, curiosamente, le granjearon la absoluta simpatía y complicidad de la audiencia. Así, fue el contrapunto perfecto para las comedias intrascendentes que tuvo que interpretar junto a la insufrible Doris Day, o para los dramas con fondo de denuncia social como "City across the river" (1949), o de intrigas petroleras como "Lucy Gallant" (1955). En cualquier caso, pese a mostrar siempre esa especie de desidia, ese pasear por la pantalla como sin ganas, los ojos del público no la perdían de vista en ningún momento, y sus oídos esperaban escucharla soltar uno de sus latigazos verbales (su especialidad, por otro lado) cargados de ironía, ácido humor y, algunas veces, segundas intenciones. Thelma Ritter nació en Brooklyn (Nueva York) en 1905. Comenzó muy tardíamente su carrera artística, pese a sentir la vocación por la interpretación desde muy joven, actuando en montajes escolares de obras teatrales y, más tarde, en compañías de repertorio. Así, tuvo que aparcar durante algunos años su profesión dedicándose al cuidado de los dos hijos que tuvo con su esposo, Joseph Moran, ejecutivo publicitario. Cuando pudo volver a trabajar, en los primeros años cuarenta, comenzó en el medio radiofónico sin demasiado éxito. Su primer papel en el cine -ya contando cuarenta y cinco años- fue en "Miracle on 34th street" (1947), donde ofreció un recital como la madre incapaz de dar a su hijo el juguete que Santa Claus le ha prometido. Su segundo trabajo fue en "A letter to three wives" (1949), dirigida por J. L. Mankiewicz, quien quedó tan impresionado con su interpretación que la incluyó en el reparto de la ambiciosa producción que escribiría y dirigiría al año siguiente, "All about Eve". La mítica película significó para Miss Ritter su primera nominación al Oscar de la Academia de Hollywood, de las que recibiría otras cinco sin nunca conseguir la estatuilla. Su personaje de asistente personal, criada, amiga y confidente de la peculiar estrella del teatro Margo Channing (Bette Davis), puso la primera piedra de toda una retahíla de papeles orientados en este sentido, terminando por convertirla en la personificación de la maid of all work ideal dentro de la industria del cine. Su carrera, pese a tomar esta peligrosa dirección, es un ejemplo de dosificación y buen hacer, aportando a cada personaje los matices que necesitaba y evitando caer en la fácil reiteración de un arquetipo asumido.
Alfred Hitchcock supo aprovechar esta faceta ofreciéndole un jugoso papel en "Rear Window", como la enfermera de vuelta de todo que se implica, con Stewart y Kelly, en una intriga de detectives privados aficionados en la que el voyeurismo -una de las aficiones no confesadas del orondo realizador británico- y la intromisión en la vida privada de los demás resultan un juego casi letal.
Irremisiblemente atenida a este patrón, Ritter tuvo que verse de comparsa de Doris Day y Rock Hudson en "Pillow talk" ("Confidencias a Medianoche", 1959), siendo su interpretación lo más memorable de esta cinta, típica comedia de enredos al más puro estilo de su protagonista con apartamentos de lujo, restaurantes caros, abriguitos de visón y mucho, mucho teléfono. Habría que esperar hasta 1961 con "The Misfits" ("Vidas rebeldes") para volver a ver a Thelma Ritter en un personaje estremecedor, Isabelle Steers, una de los integrantes del desarraigado grupo formado por unos decadentes Clark Gable, Marilyn Monroe y Montgomery Clift, dirigidos con palpable pesimismo por John Huston.
Thelma Ritter murió en 1969 a consecuencia de un ataque cardíaco. En sus últimos años alternó cine y televisión, ofreciendo todavía algunas buenas interpretaciones, como en "Birdman of Alcatraz" y en "How the West was won", ambas de 1962. Además de las seis nominaciones al Oscar, Ritter fue nominada a un premio Emmy y a tres Globos de Oro, consiguiendo finalmente un Tony por su participación en el musical teatral "New Girl in Town" (1957).