sábado, 27 de junio de 2009

Farrah Fawcett, una belleza nada angelical

Pese a que no soy muy aficionado a los obituarios, hoy me siento en deuda con esta rubia belleza que acaba de dejarnos, silenciosamente, a los 62 años. Es por ello que quiero, a través de este post, rendir tributo a la que fue el icono absoluto de la televisión de los años setenta para toda una generación, una muñeca rubia que copó las portadas de las principales revistas del mundo entero y cuyo famoso póster publicado por la revista Life en 1976 (junto a estas líneas) -el más vendido de la historia de las pin-up- decoró las habitaciones de millones de adolescentes que suspiraban por sus doradas guedejas despuntadas que desafiaban la Ley de la Gravedad y que emmarcaban una contundente mandíbula trufada de brillantes perlas blanqueadas con Ultra Brite. Sí, yo fui también uno de aquellos niños fascinados por esa belleza que respondía, por aquella época, al nombre de Farrah Fawcett-Majors y que, según narraban las revistas, estaba casada con un muy atractivo ejemplar masculino llamado Lee Majors que se había hecho universalmente popular gracias a una serie de televisión, "Six Million Dollar Man". La famosa fotografía, publicada por la prensa española, colgó asimismo de las paredes de mi cuarto, convirtiendo a la explosiva actriz en la primera expresión de mi proverbial mitomanía, pocos años antes de que el huracán Gardner lo arrasara todo para siempre.
La carrera de la tejana Ferrah Leni Fawcett, nacida en Corpus Christi en 1947, arrancó cuando, en 1969, un publicista de Hollywood vio su foto impresa en el anuario de la University of Texas at Austin, donde la futura estrella cursaba sus estudios. La joven Ferrah vio su nombre cambiado en "Farrah" por imperativos del marketing publicitario, y comenzó en Los Angeles una exitosa carrera como modelo, que la llevó a protagonizar spots para famosísimas marcas como Noxzema, Mercury Cougar o Wella Balsam. Pronto fue uno de los rostros más populares de la televisión, lo que le valió recibir ofertas para actuar en series para la pequeña pantalla. Su primera aparición como actriz tuvo lugar en "Mi Bella Genio", en 1969, continuando con pequeños papeles en otros programas como "Harry O" o "Owen Marshall: Counselor at Law". En 1974 conoció al que pronto sería su marido, el actor Lee Majors, con el que trabajó en un episodio de "Six Million Dollar Man". Farrah adoptó el apellido de su esposo y, poco después, recibió la oferta para ser el poster central de Life. La propia actriz seleccionó la archifamosa fotografía de Bruce McBroom que la mostraba luciendo un provocativo bañador rojo ante una colorista manta india en una evocativa imagen californiana de la que llegaron a venderse 12 millones de ejemplares impresos.Tras aparecer en un papel episódico -aunque ya dueña de su inconfundible estilo- en la película de ciencia ficción "La Fuga de Logan", llegó el triunfo definitivo y su consagración como gran estrella del medio televisivo de la mano de los productores Aaron Spelling y Leonard Goldberg, quienes se encontraban a la caza y captura de las tres actrices que debían dar vida a las protagonistas de su nueva serie, "Los Angeles de Charlie". Farrah fue immediatamente contratada para el papel de Jill Munroe, completándose la terna con Kate Jackson (Sabrina Duncan) y Jaclyn Smith (Kelly Garrett). "Charlie's Angels" fue un éxito fulgurante que ascendió con absoluta facilidad a lo más alto del ranking televisivo, manteniéndose como líder de audiencia durante las cinco temporadas de las que se compuso la serie con un total de 110 episodios, de los cuales Fawcett-Majors tomó parte en los correspondientes a la temporada inicial de 1976-1977. Cuando abandonó la producción, fue sustituida por otra oxigenada belleza, Cheryl Ladd, quien a pesar de su excelente trabajo no logró conseguir que un público devoto olvidara a la genuina tejana. Jackson se mantuvo en la serie desde 1976 hasta 1979, Smith desde 1976 hasta 1981, Ladd apareció entre 1977 y 1981, y aún se contabilizaron dos "ángeles" más, Shelley Hack (1979-1980) y Tanya Roberts -más tarde, chica Bond junto a Roger Moore en "A View to a Kill"- que formó parte del elenco durante la última temporada 1980-1981.
Las aventuras de las tres detectives a sueldo de la agencia de investigación del misterioso Charles Townsend (cuya voz, en la versión original, correspondía al actor John Forsythe) dieron lugar a un éxito sin precedentes, generando un enorme y lucrativo negocio basado en la imagen de sus tres protagonistas y del que surgieron, salvo honrosas excepciones, inenarrables objetos que forman parte de la iconografía kitsch de los setenta. No hace falta decir cual de las tres se convirtió en la muñeca más vendida en las Navidades de 1976, juguete lanzado al mercado por Mego junto a una espléndida colección de vestidos y complementos en la línia de la inefable Barbie de Mattel. En el mismo sentido, su immensa popularidad motivó que la casa de cosméticos Fabergé creara un champú, Farrah, que hacía de la actriz su fetiche presidencial exprimiendo al máximo el tirón que el increíble look de su cabello tenía para las mujeres de medio mundo.
La carrera de la actriz -ya divorciada de Majors y habiéndose desprendido definitivamente del apellido de su ex-marido- pareció augurar las mejores perspectivas tras su actuación en "Extremities" (1986), durísimo personaje en un film de largometraje por el que recibió un Golden Globe Award y el aplauso unánime de la crítica estadounidense, y al que ya había encarnado, tres años antes, en la producción teatral del off-Broadway neoyorquino sustituyendo a la actriz Susan Sarandon. Anteriormente, una zambullida más en el cine de ciencia ficción junto a Kirk Douglas en "Saturno 3" (1980) no resultó todo lo satisfactoria que un elevado presupuesto y la dirección de Stanley Donen -en un registro en las antípodas de lo que había sido lo habitual en su carrera-  podían dar a esperar. La película, sin llegar a poder ser considerada un fracaso absoluto, no supuso el éxito de taquilla que se preveía, tal vez por considerar, atrevidamente, que la simple presencia de la cotizada estrella rubia arrastraría al público en masa a las salas de exhibición.
Entrada ya la década de los noventa, Farrah Fawcett alternó con desigual fortuna sus apariciones en el cine y la televisión, convirtiéndose para el gran público poco menos que en el recuerdo constante de su personaje en "Los Angeles de Charlie". Su relación, llena de intermitencias, con el actor Ryan O'Neal, que había dado inicio en 1982, la hacía todavía ser blanco de los paparazzi de Hollywood, que se hacían eco de sus constantes desavenencias presididas por rompimientos seguidos de estruendosas reconciliaciones, situación que el nacimiento de su hijo Redmond en 1985 no solamente no solucionó, sino que complicó cuando el muchacho dio, en plena adolescencia, muestras de su afición a los narcóticos. Las dificultades en su vida personal tocaron techo cuando Fawcett fue diagnosticada de cáncer anal en 2006, empezando una dura lucha contra la enfermedad que pareció marcar un período de acercamiento con O'Neal que les llevó a anunciar su imminente matrimonio a principios de este año. La feliz ocasión no llegó a celebrarse, ya que su muerte el pasado 25 de Junio acalló las campanas de boda.
Adiós, pues, a esta cara perpetuamente sonriente que hizo de su cabello -aclamado por la prensa americana como most famous hair in the world- y de su perfecta dentadura sus caballos de batalla en una época en que la televisión, desgraciadamente a diferencia de hoy en día, todavía sabía fabricar grandes estrellas.