Estando en Africa, y después del regreso de su marido a los Estados Unidos, Gardner se sinceró con el realizador John Ford, contándole que se hallaba embarazada. A pesar de los esfuerzos del anciano director para disuadirla, Ava obtuvo su autorización para desplazarse en un viaje relámpago a Londres, donde se hizo practicar un aborto. Es muy posible que esta intervención fuera la causa de la posterior incapacidad de Ava Gardner para la maternidad, una de los grandes decepciones de su existencia. Después de unos días de recuperación durante los cuales la Metro tuvo que esmerarse para ocultar el verdadero motivo de la estancia de la actriz en Inglaterra, Ava volvió a Africa para terminar el rodaje de "Mogambo" y poder regresar a California.
La vida con Sinatra no era nada fácil. Frank se pasaba el día sin apenas hacer nada, deprimido y con violentos accesos de irritabilidad. Todo pareció empezar a ir a mejor cuando le fue ofrecido -en parte, gracias a la influencia de Ava- un papel de relevancia en "De aquí a la Eternidad", la producción Columbia dirigida por Fred Zinnemann basada en la novela de James Jones. La película fue un tremendo éxito de taquilla que obtuvo para Sinatra el Oscar de la Academia de Hollywood al Mejor Actor de Reparto de 1954 por su interpretación del soldado Angelo Maggio. Este galardón representó para él la recuperación de la autoestima perdida, al mismo tiempo en que comenzaban a lloverle ofertas de nuevas películas y contratos para dar conciertos, que relanzarían su carrera como cantante. Frank y Ava, con sus agendas llenas, comenzarían a espaciar sus encuentros, que venían seguidos de atronadoras discusiones en cuanto volvían a verse, convirtiendo su relación matrimonial en algo agotador.
Poco después, Howard Strickling, jefe de publicidad de la Metro Goldwyn Mayer, anunció públicamente la separación de Gardner y Sinatra debido a "diferencias irreconciliables". A partir de ese momento, ambos mantuvieron una curiosa relación en la que varias veces intentaron retomar su vida en común. Los intentos daban rápidamente paso, una vez más, a la constatación de una imposibilidad manifiesta en seguir juntos, que convertía sus esfuerzos en algo absolutamente quimérico. La desesperación por su separación de Ava supuso para Sinatra tres intentos de suicidio, el último de los cuales ocurrió poco antes de dictarse la sentencia de divorcio en 1957.
A partir de entonces, Frank Sinatra llevó constantemente consigo una fotografía emmarcada de Ava Gardner que colocaba en cuantos camerinos y habitaciones de hotel se instalaba, sufriendo fuertes depresiones que le provocaban un insomnio crónico y le obligaban a abusar del alcohol y las drogas tranquilizantes. Por su parte, Ava nunca más volvió a casarse, iniciando un desfile de relaciones más o menos trascendentes en su vida con diferentes hombres, siendo una de las más duraderas y conocidas la que mantuvo con el actor y latin lover italiano Walter Chiari. Sinatra sí volvió a hacerlo en dos ocasiones más, la primera de ellas -en 1966- con una todavía muy joven y prácticamente desconocida Mia Farrow. Ava diría de este enlace "siempre supe que Frank acabaría llevándose a un muchachito a la cama", refiriéndose a la andrógina actriz. Más tarde, en 1967, y después de su divorcio de Farrow tras solamente trece meses de matrimonio, Frank llevaría al altar a Barbara Marx (ex-esposa de Zeppo Marx) quien llegaría a ser legalmente su viuda tras su muerte en 1998.
Ava y Frank continuaron queriéndose el resto de sus vidas. Sinatra enviaba a Gardner puntualmente las primeras copias de sus nuevos discos, y esta tenía llaves de todas las casas que él tenía repartidas por el mundo, encontrándose totalmente a su disposición y perfectamente equipadas siempre que lo necesitara.Ella, a menudo entre brumas alcohólicas, hablaba telefónicamente con su ex-marido en mitad de la noche durante horas, y él acabó por adquirir la estatua de Ava que aparece en la película "The Barefoot Contessa", plantándola en el jardín de su casa californiana. En los últimos años de la vida de Ava Gardner, y sobre todo después de la apoplejía que sufrió en 1986, Sinatra se ocupaba a distancia de su ex-esposa, manteniéndose al tanto del desarrollo de su enfermedad respiratoria y trasladándola en su avión privado desde Londres a los Estados Unidos cada vez que su dolencia se complicaba. Finalmente, Gardner murió en su casa de Londres el 25 de enero de 1990. En su entierro, celebrado bajo una persistente lluvia en su pueblo natal de Smithfield, Carolina del Norte, un ramo de flores destacaba entre todos los demás con una simple leyenda: "Con todo mi amor, Francis".
No hay comentarios:
Publicar un comentario