La estrella toon de la Warner, Bugs Bunny, llega -en uno de sus frecuentes errores direccionales subterráneos- a una desolada región de Transilvania donde, buscando un teléfono, se introducirá en el castillo de cierto noble de aspecto cadavérico e inquietante que se presentará bajo el inequívoco nombre de Count Bloodcount (en el doblaje español, "Conde Sangrón"). Bugs pasará una terrorífica noche en el destartalado hogar del vampiro, aunque no lo será tanto para él como para el mismo aristócrata, que se llevará -como es previsible- la peor parte en su encuentro con el suertudo conejo.
"Transylvania 6-5000" (A Warner Bros. Merrie Melodies, Chuck Jones, 1963) fue uno de los más peculiares coqueteos de Bugs Bunny con el outré. Su título -un juego de palabras con el nombre del famoso tema musical de Glenn Miller- no deja lugar a dudas acerca de su naturaleza creepy. Los guiños al cine fantástico son constantes en este corto, que cuenta con hilarantes gags alrededor de un libro de magia negra que Bugs encuentra en los estantes de la habitación-trampa que el conde ha dispuesto para él. A destacar la magnífica escenografía del castillo del conde a cargo del gran Philip Deguard, uno de los mejores diseñadores de backgrounds de la historia de la animación. Deguard creó, asimismo, los fondos para la delirante casa de la bruja Hazel en otro corto protagonizado por Bugs Bunny, "Bewitched Bunny", en 1954.
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