Ya está hecho. Ya es tarde. Creí que podría evitar abrir esta sección, que sería capaz de mantener a Miss G. en el ámbito del cementerio de los elefantes en el que reposan los restantes cadáveres exquisitos que amo, adoro e idolatro con mística, religiosa y silente devoción. Pero no, porque sus pasos de divino ectoplasma resuenan cada noche, sin descanso, en mi mente antes de dormirme, avivando el fuego del remordimiento como el fantasma del antiguo rey de Dinamarca lo hace con su parricida e incestuoso hermano... Quienes me conocen bien, saben de lo que estoy hablando.
El primer post que publiqué en esta "Caja de Pandora" que un día creé y que se alimenta de mis menguadas y escasas fuerzas se llamaba "Ava Gardner no tiene una calle en Madrid", la presentación de una vieja reivindicación mía y de muchos otros torturados y fieles admiradores de la Beauté sur Terre. Ahora, será el primero de esta nueva sección que dedico a aquella a quien descubrí a mis tiernos catorce añitos y que me ha acompañado desde entonces, fiel y esquiva en tenaz dualidad; de la que escribí un libro, y a la que vi, una vez y fugazmente, una tarde de abril en Londres, hace ya demasiado tiempo.
Posiblemente acabe siendo, una vez más, un retrato sesgado de la realidad, otra colcha de patchwork en la que ir cosiendo fragmentos del mito, del mismo modo en que el arqueólogo intenta recomponer los grisáceos trozos de piedra que, un dia, fueron una bella escultura policromada. O, quizás, no sea así esta vez.
Para ella, para mí, para todos los que os habéis sentido heridos por un exceso de perfección en un rostro y una figura que no habría sido creada para el siglo XX, sino que pertenecería, por derecho propio, a civilizaciones clásicas ya desaparecidas, va este homenaje.
1 comentario:
Buff!!!
Probablement i juntament amb el de la Thelma Ritter... aquest és el post que més sensacions m'ha produït!!!
La caja de PAndora segueixo llegin-te en el silenci, admirant cada dia més tot allò que escrius i si a més ho fas amb aquesta delicadesa i tendresa de mites com la gran Ava, tots els mitòmens t'estarem eternament agraits...
salutacions
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