domingo, 7 de diciembre de 2008

Alice Ghostley, la cómica impasible

Pequeña, morena, de inescrutables ojos oscuros y manteniendo, en todo instante, una helada sonrisa, Alice Ghostley fue el colmo de la más tradicional flema británica encarnada en una norteamericana de Montana. Su desolado aire de outsider de vuelta de todo junto a su innata capacidad para estirar hasta el absurdo personajes frecuentemente imposibles la hicieron ideal como comedy relief en multitud de producciones, tanto en cine como en teatro o televisión. Ghostley fue uno de los más queridos iconos de la pequeña pantalla durante los años sesenta y setenta, llegando al techo de su popularidad cuando aceptó el papel de Esmeralda, la bruja asistente del hogar y niñera de la pequeña Tabitha en "Embrujada", papel que se mantuvo en la serie desde 1969 hasta 1972 con frecuentes apariciones en episodios que, generalmente, basaban su eficacia cómica en la magnífica creación que de su personaje realizó Ghostley.Esmeralda, tan tímida que desaparece (literalmente) cada vez que una situación la supera y que invoca, sin desearlo, sus poderes de bruja cada vez que estornuda, es una hechicera cuarentona que ha acabado soltera después de perder siglos (también, literalmente) a la caza y captura del chef del Club de los Brujos, el latin lover Ramon Verona, resultando la víctima de sus frecuentes desprecios. Esmeralda, voluntariosa como ninguna, intenta ser la más eficiente de las mucamas, pero no llega a conseguirlo nunca dado su irremediable destino de acabar metiendo la pata. Sin embargo, su dulzura y disponibilidad infinitas la hacen especialmente querida por los Stephens, a pesar de que el bueno de Darrin experimenta frecuentes accesos de irritabilidad ante los desaguisados de su empleada.
Su participación en "Bewitched", sin embargo, no fue más que la culminación de una brillante carrera que comenzó en Broadway en 1952 con su aparición sobre el escenario en la revista "Leonard Stillman's New Faces of 1952", en la que cantó la que se convertiría en su canción característica, "The Boston Beguine". Ghostley, poseedora de una excelente voz, pronto se convirtió en una fuerte baza para el teatro neoyorquino, siendo nominada al premio Tony en 1962 por su papel en "The Beauty Part", y consiguiéndolo en 1965 por "The sign in Sidney Brustein's window". Triunfos absolutos, pues, para una niña que siempre quiso ser actriz y que había nacido en Eve, Montana, en 1926, donde su padre era telegrafista. La familia se trasladó más tarde a Henryetta, en Oklahoma, donde la vena artística de la pequeña Alice se hizo evidente -con tan solo cinco años- en las mesas de la Legion Hut sobre las que, a cambio de un níquel, cantaba, bailaba y recitaba poesías. Terminados sus estudios se mudó a Nueva York con su hermana, trabajando en diferentes cabarets y locales nocturnos como cantante y cómica antes de convertirse en una popular figura del espectáculo de Broadway a partir de su aparición en el mencionado New Faces. En 1957 fue una de las malvadas hermanastras de una Julie Andrews pre-Mary Poppins en "Cinderella", mítico programa para la televisión que adaptó el musical de Rodgers y Hammerstein y en el que también tenían apariciones estelares Kaye Ballard, Ilka Chase y Edie Adams. A partir de este gran éxito, Ghostley comenzará a trabajar intensamente para la pequeña pantalla, apareciendo en innumerables programas y series a los que aportaba grandes dosis de humor sui generis cubierto por una pátina de resignación y desapego que la hacían ideal en papeles de ama de casa o, sobre todo, de empleada del hogar desengañada de la vida. Esta entrega absoluta al medio televisivo pudo, tal vez, propiciar que su carrera no despegara en la gran pantalla siendo -pese que trabajó en muchas producciones a partir de 1960- su paso por el cine apenas recordado, destacando tan solo sus personajes en "To Kill a Mockingbird" (1962, junto a un oscarizado Gregory Peck), "El Graduado" (1967) y "Grease" (1978).Alice Ghostley apareció por última vez en Broadway en el musical "Annie" (1978-1993), en el papel de la siniestra Miss Hannigan, la directora del orfelinato para niñas en el que transcurre buena parte de la acción del edulcorado y exitoso espectáculo de Strouse, Charnin y Meehan, obteniendo asimismo una nominación al Emmy en 1992 por su papel en "Mi desconfiada esposa", serie de televisión en la que trabajó de 1987 a 1993. La televisión siguió siendo su refugio profesional durante la década de los noventa, alternándola con apariciones sobre los escenarios en musicales como "Take me along", "Bye Bye, Birdie" o "Nunsense". No tuvo hijos de su matrimonio de más de cincuenta años con el actor cómico italiano Felice Orlando, fallecido en 2003. Un año antes, la carrera de Ghostley se vería interrumpida al serle detectado un cáncer de colon, que acabaría con su vida el 21 de septiembre de 2007 a la edad de 81 años.

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